Add parallel Print Page Options

que no hablen mal de nadie, que no sean contenciosos sino amables demostrando toda consideración por todos los hombres.

Porque en otro tiempo nosotros también éramos insensatos, desobedientes, extraviados. Estábamos esclavizados por diversas pasiones y placeres, viviendo en malicia y en envidia. Éramos aborrecibles, odiándonos unos a otros. Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador y su amor por los hombres,

Read full chapter